jueves, 27 de marzo de 2014

Intolerancia o Alergia

En dos ocasiones me he visto obligada a salir "por patas" y dejar a mi bebe sin su lactancia materna durante unas horas. Como es una glotona el papi se vio en la necesidad de darle un biberón, y he aquí el problema. Os cuento, en la primera ocasión fue con fórmula marca nutriben y en la segunda con marca almiron digest, pero en ambos casos, y al ratito de haber tomado el biberón, la nena empezó con vómitos, diarreas y malestar estomacal, además de salirle unos granitos muy feos en la carita.

Hoy hemos ido a la revisión de los dos meses y lo he comentado con la pediatra que nos ha derivado al especialista. Y ahora viene el gran dilema ¿es una alergia a la proteína de la leche de vaca o una intolerancia a la lactosa?

Bueno pues la alergia implica que nuestro sistema inmunológico reacciona creando anticuerpos ante ese alimento, lucha contra algo que entiende que es malo, por lo que cada vez que lo comamos nos dará alergia y de manera inmediata. Se diagnostica mediante pruebas cutáneas y análisis de sangre, en caso de dar positivos el bebe o niñ@ no podrá tomar leche de vaca, deberá tomar un hidrolizado, que son leches en las que se "destruye" la proteína de la leche de vaca. Un ejemplo Damira 2000; su coste unos 37€ el bote de 400gr, pero no os alarméis pues esta subvencionada por la seguridad social.

Lo malo de la alergia es que no suele curarse, si bien hay hospitales como El Gregorio Marañon, que tienen un programa para provocar que el niñ@ sea tolerante a este alimento.

Respecto a la intolerancia a la lactosa, pues para empezar hay que señalar que la lactosa es el azúcar de la leche y en este caso se trata de que nuestro organismo carece de la enzima que sintetiza ese azúcar y por eso nos sienta mal. Sus síntomas no son tan inmediatos como los de la alergia y, por lo general, suelen ser menos severos. En el caso de los niños pequeños su diagnóstico es más difícil pues las intolerancias alimenticias no se pueden establecer mediate un análisis. Para los niños más grandes se puede hacer un test que consiste en tomar lactosa y medir el nivel de la misma en el aliento, soplando el nene en unos botecitos. En bebés, pues el método es ensayo-error, probar si sienta mal o no y medir los síntomas para ver que gradó de intolerancia tiene. Suelo ocurrir que las intolerancias a los tres años desaparecen o cuando son algo más mayores, que su sistema digestivo esta más maduro.

Nuestra gordita ha empezado con las pruebas cutáneas y los análisis. Si da positivo será el alergologo el que la siga, por tratarse de una alergia, si da negativo será el especialista de digestivo el que la siga, por tratarse de una intolerancia.

En fin, os iré contando que sucede.

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